El mezcal es una bebida espirituosa elaborada a partir de agave, con un perfil ahumado y un proceso artesanal que lo distingue, aunque comparta raíces con el tequila. De hecho, su historia se remonta al siglo XVII, mucho antes de que el tequila se popularizara.
Hoy, el mezcal vive un auténtico renacer en México y en el mundo, conquistando paladares que buscan autenticidad y experiencias sensoriales únicas.
En esta nota te llevamos a conocer más sobre su origen, su cultura y, por supuesto, nuestras recetas favoritas de cocteles con mezcal realzadas con saborizantes gourmet Monin.
¿Qué es el mezcal y por qué está en boca de todos?
El mezcal es una bebida alcohólica tradicional mexicana que se elabora a partir del agave. Su nombre viene del náhuatl metl e ixcalli, que significa “agave cocido”, y hace referencia a su proceso artesanal.
Lo que lo hace único es su sabor ahumado, que se obtiene al cocinar las piñas del agave en hornos bajo tierra, como se ha hecho por generaciones. Este método le da al mezcal ese toque rústico y auténtico que hoy lo pone en tendencia tanto dentro como fuera de México.
La mayor parte del mezcal se produce en el estado de Oaxaca, pero también puede elaborarse en Guerrero, Durango, Guanajuato, San Luís Potosí, Puebla, Michoacán, Tamaulipas y Zacatecas.
El mezcal está reconocido como denominación de origen, lo que significa que debe elaborarse en uno de estos estados para ser reconocido como mezcal (y no sólo como aguardiente de agave destilado). El tequila, por su parte, se produce en Jalisco y otros cuatro estados.
Mezcal vs tequila ¿Cuál es la diferencia?
Una de las dudas más comunes al hablar de destilados mexicanos es: ¿mezcal o tequila? Aunque parezcan similares, no son lo mismo. De hecho, técnicamente, todo tequila es mezcal, pero no todo mezcal puede llamarse tequila.
La diferencia empieza en el agave. El mezcal puede elaborarse a partir de más de 40 variedades de esta planta, mientras que el tequila solo puede producirse con agave azul. Esta diversidad le da al mezcal una riqueza de perfiles aromáticos y de sabor que lo distinguen.
Además, el proceso de producción del mezcal también es único. Las piñas de agave se cuecen en hornos cónicos bajo tierra, lo que aporta ese característico toque ahumado. En cambio, el tequila suele cocerse al vapor en hornos industriales, dando como resultado un perfil más limpio y suave.
En resumen, aunque mezcal y tequila comparten raíces, el sabor, la variedad de agaves y los métodos tradicionales hacen del mezcal una bebida con identidad propia.
¿Cómo se elabora el mezcal? - Arte y tradición
Para elaborar mezcal, el corazón del agave —conocido como piña— se cuece lentamente en hornos cónicos bajo tierra. Este método tradicional permite liberar los azúcares naturales que luego se fermentan y destilan. Es precisamente ese proceso de cocción lenta el que le da al mezcal su inconfundible sabor ahumado.
Actualmente, una gran parte del mezcal sigue siendo producido por familias y comunidades que han heredado sus recetas y técnicas por generaciones. Muchas de estas destilerías utilizan métodos artesanales, lo que le da al mezcal un valor cultural y sensorial único.
El agave es una planta de crecimiento lento: hay especies que requieren entre 8 y 30 años para madurar. Por eso, el mezcal no es una bebida que se preste a procesos industriales a gran escala. A medida que su popularidad crece más allá de las fronteras mexicanas, muchas marcas independientes están apostando por prácticas sostenibles para proteger el futuro de esta bebida tan emblemática.
¿A qué sabe el mezcal? - Descubre sabores únicos
Aunque el mezcal es conocido por su característico sabor ahumado, lo cierto es que esta bebida va mucho más allá. Cada mezcal tiene un perfil distinto, influenciado por el tipo de agave con el que se elabora y por el lugar donde crece. Esto se conoce como terroir: un concepto que habla de cómo factores como el clima, la altura, el suelo o incluso el tiempo de cosecha pueden afectar el sabor final del producto.
El terroir es un término común en el mundo del vino y del té, pero también aplica perfectamente al mezcal. Por eso, un mezcal producido en Oaxaca no sabrá igual que uno de Durango o Guerrero. Cada región imprime su esencia en cada gota.
Además del tipo de agave y el lugar de origen, influyen otros aspectos como el tiempo de cocción de la piña, el método de fermentación, los materiales del alambique o incluso si se añaden ingredientes durante el proceso. Todo esto le da al mezcal una enorme diversidad de notas de cata.
Algunos mezcales son suaves y sutiles; otros tienen un ahumado más marcado. Pero también pueden ofrecer matices de nuez, chocolate, miel, anís, caramelo, cítricos, chile o frutas maduras. La próxima vez que tomes un buen mezcal, tómate un momento para saborearlo con calma y trata de descubrir esas notas que lo hacen tan especial.
¿Cómo se toma el mezcal? - Opciones para disfrutarlo al máximo
Si te estás preguntando cuál es la mejor forma de disfrutar el mezcal, la respuesta es: depende del momento y del gusto. Puedes tomarlo solo, sin hielo ni mezcladores, o usarlo como base para preparar cócteles que sorprenden por su profundidad de sabor.
Cuando se bebe solo, el mezcal suele servirse acompañado de una rodaja de naranja espolvoreada con chile en polvo —una combinación que realza sus notas ahumadas y resalta su carácter. Es una forma tradicional y sencilla de conectar con su esencia.
Pero si lo tuyo son los cócteles, el mezcal también brilla mezclado. Funciona perfecto en versiones reinventadas de clásicos como el Oaxaca Old Fashioned, la Paloma de mezcal, el Mezcal Mule o incluso un Negroni con acento mexicano. Su perfil complejo también hace que combine de forma interesante con otros licores como ron, ginebra o vermut.
Atrévete a preparar alguno de estos cócteles con mezcal y descubre cómo esta bebida tan única puede darle un giro inesperado y delicioso a tus recetas favoritas.
#1 Gran Paraíso Oaxaqueño
¿Ya probaste un Mai Tai con mezcal? El Gran Paraíso Oaxaqueño es nuestra versión inspirada en el clásico cóctel tiki, pero con un giro totalmente mexicano. Al incorporar mezcal, el trago adquiere una nueva dimensión: el ahumado natural del destilado equilibra a la perfección los sabores frutales y tropicales, dando como resultado una bebida exótica, refrescante y con alma oaxaqueña.
Las sutiles notas ahumadas del mezcal combinan a la perfección con el toque agridulce del Saborizante de Flor de Jamaica Monin y la calidez del Saborizante de Almendra Monin.
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#2 Old Fashioned Hoguera
Esta versión del clásico Old Fashioned cambia el bourbon por mezcal, y el resultado es simplemente espectacular. En lugar del endulzante tradicional, usamos el Saborizante de Piña y Chipotle Monin, que aporta una mezcla tropical, ahumada y ligeramente picante.
El chipotle realza el sabor profundo del mezcal, mientras que la piña recuerda al proceso artesanal de cocer las piñas del agave bajo tierra. ¿El toque final? Adorna con hojas de piña quemadas y un poco de Tajín en el borde para un giro con mucho carácter mexicano.
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#3 Mezcamaro Sour
El sabor ahumado del mezcal se une con el perfil herbal y amargo del amaro italiano en esta versión sofisticada que llamamos Mezcamaro Sour. Las notas frutales del Saborizante de Durazno Monin y el toque floral del Saborizante de Flor de Saúco logran un equilibrio aromático y refrescante que resalta cada sorbo.
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#4 Margarita de Mezcal con Coco
El coco y el limón verde son la combinación perfecta para un buen mezcal. Simplifica las cosas con esta Margarita de Mezcal con Coco, y disfruta de una margarita diferente, tropical y ahumada como ninguna otra.
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